sexta-feira, 10 de outubro de 2008

Lumier, Jacob (J.) - Técnica, Tecnificação, Sociologia do Conhecimento



Novo trabalho de Jacob (J.) Lumier online :

"Técnica, Tecnificação, Sociologia do Conhecimento", e-book pdf 101 págs, OEI, Setembro 2008.


RESUMO

O tópico central deste e-book é a tecnificação dos controles sociais, seus efeitos indesejados e as orientações indispensáveis ao sociólogo para evitar, sanear e ultrapassar a desidentificação em face da realidade social que ali se verifica.
Desenvolvemos e aprofundamos as observações anteriormente elaboradas em nosso artigo "A microssociologia contra a tecnificação e o psicologismo", divulgado na Web de OEI.

Quer dizer, estamos republicando-o neste e-book, porém reelaborado em vista de melhor atender à formação do sociólogo como profissional atuante nas organizações produtivas.

Em face dos programas de melhoramento do desempenho de cargos e funções, dispondo do conhecimento de que as expectativas ligam-se ao esforço coletivo antes de se ligarem aos papéis sociais, o sociólogo intervém para esclarecer e desanuviar as situações complexas, em meio à trama e tensão do plano organizado e do espontaneismo social, visando revalorizar as relações humanas e interpessoais.

Na certeza de que a técnica é um setor da praxis, há que refletir em profundidade sobre a era da automatização e das máquinas eletrônicas examinando cuidadosamente a primazia lógica do conhecimento técnico, cujo elevado grau descobre-se em face das outras manifestações do saber, como o conhecimento filosófico, científico, e até político, que são influídos ao ponto de "tecnificarem-se" tanto quanto possível.

Daí, procuramos cobrir os vários aspectos da matéria, lançando vistas para tornar mais precisa a descrição da tecnificação sem reduzi-la a uma projeção do maquinismo e das técnicas mecanizadas, nem confundi-la com a técnica em seu conjunto.

Por esta via, reunimos outros artigos conexos sobre o histórico dos problemas sociológicos, úteis para esclarecer o alcance da sociologia do conhecimento para além dos dogmatismos e ultrapassando qualquer confusão com a tecnoburocracia.

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29 de septiembre de 2008

terça-feira, 26 de agosto de 2008

Anúncio: DOWNLOAD E-BOOKS DE J.LUMIER

Os e-books de Jacob Lumier agora estão anunciados, mas os exemplares ainda podem ser adquiridos através de encomenda neste "PRODUÇÃO J.LUMIER PROFISSIONAL BLOG" (basta preencher o formulário de e-mail acima).

ANÚNCIO:
SOCIOLOGIA:cursos; e-books.
Publicado no "Balcão.com": seção Educação, Rio de Janeiro.
Dê uma olhada, faça sua encomenda, divulgue e recomende a leitura.

[J. Lumier é Autor de ensaios sociológicos (e-books) publicados junto ao Website Domínio Público do Ministério de Educação (MEC) e junto à WEB da Organización de Estados Iberoamericanos para la educación, la ciencia y la cultura (OEI)].

Contrário à tecnificação das relações humanas, J.Lumier ultrapassa o psicodrama frequentemente aplicado nos treinamentos para gestão. Suas linhas de pesquisa afirmam as seguintes compreensões:
1)-"as relações com outrem existem em Nós variados e não em indivíduos isolados".
2)-"A realidade social existe em conjuntos e escapa à subordinação dos homens às máquinas".
3)-"O conhecimento varia em função dos Nós, grupos, classes e sociedades globais".

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terça-feira, 22 de abril de 2008

O sociólogo, o desenvolvimento do ensino e as relações com o entorno social e com as instituições públicas.


O sociólogo que atua na docência pode ser lembrado para outras funções que lhes são próprias e necessárias para o bom desenvolvimento do ensino. Neste sentido chamo a atenção para a entrevista do secretário geral da Organización de Estados Iberoamericanos para la educación, la ciência y la cultura, Álvaro Marchesi que em certo trecho assinala a utilidade da presencia de un profesional que se encargue de las relaciones con el entorno social y con las instituciones públicas de tal forma que pueda contribuir a que exista un tejido social (familias, asociaciones, organismos) capaz de proporcionar un mayor apoyo a la tarea de las escuelas. Tal vez fuera más viable y más útil si este profesional tuviera a su cargo varias escuelas de una zona y trabajara en estrecha coordinación con las autoridades municipales. Leia aqui a entrevista na íntegra.

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La Revista Internacional Magisterio sobre Educación y Pedagogía con circulación a nivel de Latinoamérica, entrevistó al psicólogo y catedrático español Álvaro Marchesi, actual Secretario General de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), en su reciente visita a Colombia. En reportaje exclusivo concedido a la periodista Sandra Patricia Ordóñez habló sobre la orientación de una política educativa y cultural para América Latina a través del plan de cooperación de la OEI; la docencia como una profesión moral; los requerimientos de la escuela contemporánea; la enseñanza para resolver éticamente los conflictos; las competencias de los educadores y otros temas de palpitante actualidad.

¿En qué sentido pretende la OEI orientar la política educativa y cultural de América Latina a través de su Plan de Cooperación?

Nuestra tarea principal es colaborar con los países para que puedan desarrollar de forma más eficiente las políticas que ellos mismos han establecido. Ante los problemas que deben hacer frente, la OEI puede proporcionarles algunas ayudas: el asesoramiento técnico en sus procesos de reforma, el encuentro entre países para buscar soluciones juntos, la formación de los gestores de las políticas públicas y, de forma más concreta, determinados programas con suficiente financiación para contribuir a la solución de alguno de sus problemas más graves. Gracias a la existencia de una comunidad iberoamericana de naciones, es más sencillo favorecer la reflexión en común, intercambiar experiencias entre países e impulsar la cooperación mutua.

La OEI se ha marcado, para este nuevo periodo, cuatro objetivos prioritarios: terminar con el analfabetismo y lograr que todos los ciudadanos hayan terminado la educación básica, lo que supone un gran trabajo con las personas adultas pero también evitar que los jóvenes dejen la escuela de forma prematura; colaborar con la educación en valores en las escuelas; fortalecer la formación técnico profesional y colaborar en la definición de un modelo integrado en el que participen los diferentes sectores sociales y los responsables educativos y laborales; y, finalmente, queremos crear un Centro de Altos Estudios Universitarios de postgrado de carácter semipresencial que sea capaz de articular una oferta formativa de calidad con las Universidades Iberoamericanas y favorecer la movilidad de estudiantes e investigadores.

¿Cómo generar entornos de convivencia equilibrados y tranquilos en medio del conflicto de intereses y la ausencia de motivación de los protagonistas de los procesos educativos?

La convivencia en la escuela supone un cierto compromiso de todos los participantes en el proceso educativo con los objetivos de la institución escolar, el establecimiento de normas acordadas mayoritariamente y la existencia de sistemas de negociación y de solución de conflictos. Es evidente que cuando algunas de estas condiciones no están presentes, el riesgo de conflictos dañinos en las escuelas se incrementa. Por ello es tan importante que los alumnos se sientan interesados en sus aprendizajes y que los profesores sean capaces de desarrollar una enseñanza motivadora.

¿La escuela contemporánea requiere un nuevo tipo de especialista que se encargue de las mediaciones de orden social y cultural?

Yo creo que son los profesores quienes tienen que asumir la responsabilidad de lograr un buen clima de aprendizaje y de convivencia en las aulas y en la escuela. Esto supone nuevas funciones a la tarea docente, lo que debería tener repercusiones en el estatus profesional y laboral de los docentes. No parece equilibrado que se vayan aumentando las responsabilidades y las funciones de los docentes y que se mantenga intacta, como si nada cambiase, su situación laboral.

También hay que reconocer, no obstante, que en ocasiones puede ser necesaria la presencia de un profesional que se encargue de las relaciones con el entorno social y con las instituciones públicas de tal forma que pueda contribuir a que exista un tejido social (familias, asociaciones, organismos) capaz de proporcionar un mayor apoyo a la tarea de las escuelas. Tal vez fuera más viable y más útil si este profesional tuviera a su cargo varias escuelas de una zona y trabajara en estrecha coordinación con las autoridades municipales.

¿Es posible enseñar la elaboración ética de los conflictos?

Es posible enseñar procedimientos para resolver los conflictos de forma dialogada y justa. Pero no hay nada mejor para promover esta enseñanza que las escuelas sean buenos modelos de esta forma de resolver los conflictos. Ello supondría un buen sistema de participación de los alumnos, una actitud de respeto hacia las opiniones de los otros, la existencia de sistemas de mediación y una manera justa de resolver los conflictos.

En términos de la formación en valores desde la escuela ¿cuáles son los imprescindibles?

Imprescindibles son el respeto y la defensa de los valores democráticos y de los derechos humanos: libertad, respeto a las opiniones de los otros y al pluralismo religioso, político y personal, búsqueda de la paz y de la solución negociada de los conflictos, justicia y solidaridad.

¿Por qué considera usted que espacios de acción como el arte, la cultura, el deporte son escenarios ideales para potenciar la educación en valores civiles y democráticos?

En la escuela se tiende a considerar que la reflexión y la instrucción es la estrategia principal para promover la educación en valores. Yo diría que es una estrategia necesaria pero insuficiente. Además, como acabo de comentar, hay que conseguir que la escuela se rija por normas justas y que todos los profesores acepten que han de colaborar en la educación en valores. Y finalmente, considero que pueden existir determinados proyectos que contribuyan de forma eficaz a la educación en valores. El deporte es uno de ellos pues puede llegar a ser una buena escuela de juego limpio, de cooperación y de esfuerzo. Por ello la OEI está desarrollando un gran proyecto en todos los países iberoamericanos de promoción de los valores a través del deporte. Lo mismo sucede con el arte. La música, el teatro o la danza son expresiones culturales de los pueblos que contribuyen no sólo al disfrute de su expresión, sino también al reconocimiento de la diversidad cultural.

¿Cuáles son las principales necesidades formativas que tienen los docentes en estos momentos? ¿Cuáles son sus demandas principales?

Hay que reconocer que en los tiempos actuales cada vez es más difícil enseñar y que es necesario renovar las competencias adquiridas: nuevas formas de favorecer los aprendizajes de los alumnos, gestión de la diversidad en el aula, capacidad para incorporar las tecnologías de la información en la enseñanza, trabajo en equipo y colaboración con las familias, por citar alguna de las más importantes.

Pero además de estas competencias, el docente debe de ser consciente de que la tarea de enseñar no se agota en sus competencias profesionales, sino que exige también una actitud o disposición positiva hacia la enseñanza. Son los principios que impulsan el trabajo de enseñar, las metas capaces de dinamizar y de orientar su trabajo, la forma de relacionarse con los demás. Constituyen, posiblemente, el carácter del profesor, su estilo profesional, la manera de establecer relaciones personales con los que le rodean en su trabajo, los motivos que informan su acción. Como he señalado en un libro reciente sobre "El bienestar de los docentes. Competencias, emociones y valores", estas disposiciones podrían resumirse en el equilibrio afectivo y en la responsabilidad moral.

En una charla reciente hablaba usted de Justicia, compasión y responsabilidad como competencias fundamentales del educador contemporáneo. ¿Cómo integraría este concepto al contexto de la formación en valores?

La docencia es una profesión moral y ello exige a los educadores cuidar esta dimensión en su acción educadora. Desde esta perspectiva, no se trata de volver de nuevo a cómo plantear la educación moral en las escuelas, sino más bien a conocer cuáles deberían ser las principales virtudes de los docentes mientras desarrollan su trabajo en la escuela. He destacado tres virtudes que son especialmente importantes en la profesión docente: la justicia, la compasión y la responsabilidad. Hemos de ser virtuosos en nuestra actividad docente de la misma manera que hemos de favorecer que nuestros alumnos lo sean también. Aquí se manifiestan de forma clara la grandeza y la exigencia de la tarea de enseñar a las nuevas generaciones.

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Texto de entrevista divulgado no Websitio da OEI em 20 de marzo de 2008

Reproduzido neste blog por Jacob (J.) Lumier

Link: http://www.oei.es/noticias/spip.php?article2268

quinta-feira, 10 de abril de 2008

Montoro e o exercício da profissão de Sociólogo



LEI Nº 6.888, DE 10 DE DEZEMBRO DE 1980
Publicada no DOU de 11/12/1980
Dispõe sobre o exercício da profissão de Sociólogo e dá outras providências.

O PRESIDENTE DA REPÚBLICA Faço saber que o CONGRESSO NACIONAL decreta e eu sanciono a seguinte Lei:
Art. 1º O exercício, no País, da profissão de Sociólogo, observadas as condições de habilitação e as demais exigências legais, é assegurado:
a) aos bacharéis em Sociologia, Sociologia e Política ou Ciências Sociais, diplomados por estabelecimentos de ensino superior, oficiais ou reconhecidos;
b) aos diplomados em curso similar no exterior, após a revalidação do diploma, de acordo com a legislação em vigor;
c) aos licenciados em Sociologia, Sociologia Política ou Ciências Sociais, com licenciatura plena, realizada até a data da publicação desta Lei, em estabelecimentos de ensino superior, oficiais ou reconhecidos;
d) aos mestres ou doutores em Sociologia, Sociologia Política ou Ciências Sociais, diplomados até a data da publicação desta Lei, por estabelecimentos de pós-graduação, oficiais ou reconhecidos.
e) aos que, embora não diplomados nos termos das alíneas a, b, c e d, venham exercendo efetivamente, há mais de 5 (cinco) anos, atividade de Sociólogo, até a data da publicação desta Lei.
Art. 2º É da competência do Sociólogo:
I - elaborar, supervisionar, orientar, coordenar, planejar, programar, implantar, controlar, dirigir, executar, analisar ou avaliar estudos, trabalhos, pesquisas, planos, programas e projetos atinentes à realidade social;
Il - ensinar Sociologia Geral ou Especial, nos estabelecimentos de ensino, desde que cumpridas as exigências legais;
III - assessorar e prestar consultoria a empresas, órgãos da administração pública direta ou indireta, entidades e associações, relativamente à realidade social;
IV - participar da elaboração, supervisão, orientação, coordenação, planejamento, programação, implantação, direção, controle, execução, análise ou avaliação de qualquer estudo, trabalho, pesquisa, plano, programa ou projeto global, regional ou setorial, atinente à realidade social.
Art. 3º Os órgãos públicos da administração direta ou indireta ou as entidades privadas, quando encarregados da elaboração e execução de planos, estudos, programas e projetos sócio-econômicos ao nível global, regional ou setorial, manterão, em caráter permanente, ou enquanto perdurar a referida atividade, Sociólogos legalmente habilitados, em seu quadro de pessoal, ou em regime de contrato para prestação de serviços.
Art. 4º As atividades de Sociólogo serão exercidas na forma de contrato de trabalho, regido pela Consolidação das Leis do trabalho, em regime do Estatuto dos Funcionários Públicos, ou como atividade autônoma.
Art. 5º Admitir-se-á, igualmente, a formação de empresas ou entidades de prestação de serviço previstos nesta Lei, desde que as mesmas mantenham Sociólogo como responsável técnico e não cometam atividades privativas de Sociólogo a pessoas não habilitadas.
Art. 6º O exercício da profissão de Sociólogo requer prévio registro no órgão competente do Ministério do Trabalho, e se fará mediante a apresentação de:
I - documento comprobatório de conclusão dos cursos previstos nas alíneas a, b, c e d do art.1º, ou a comprovação de que vem exercendo a profissão, na forma da alínea e do art. 1º;
II - carteira profissional.
Parágrafo único. Para os casos de profissionais incluídos na alínea e do art. 1º, a regulamentação desta Lei disporá sobre os meios e modos da devida comprovação, no prazo de 180 (cento e oitenta) dias, a partir da data da respectiva publicação.
Art. 7º O Poder Executivo regulamentará esta Lei no prazo de 60 (sessenta) dias.
Art. 8º Esta Lei entrará em vigor na data de sua publicação.

Art. 9º Revogam-se as disposições em contrário.

Brasília, em 10 de dezembro de 1980; 159º da Independência e 92º da República.
JOÃO FIGUEIREDO
Murilo Macêdo
Fonte: Tribunal Regional do Trabalho da 2ª Região – TRT/São Paulo/SP
(busca: legislação, CLT, profissões regulamentadas)
http://www.trt02.gov.br/

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Decreto nº 89.531, de 05 de abril de 1984
Regulamenta a Lei nº 6.888, de 10 de dezembro de 1980, que dispõe sobre o exercício da profissão de sociólogo e dá outras providências.
O PRESIDENTE DA REPÚBLICA, usando da atribuição que lhe confere o artigo 81, item III, da Constituição, e tendo em vista o disposto no artigo 7º da Lei nº 6.888, de 10 de dezembro de 1980,
DECRETA:
Art. 1º O exercício, no País, da profissão de sociólogo, observadas as condições de habilitação e as demais exigências legais, é assegurado:
a) aos bacharéis em Sociologia, Sociologia e Política ou Ciências Sociais, diplomados por estabelecimentos de ensino superior, oficiais ou reconhecidos;
b) aos diplomados em curso similar no exterior, após a revalidação do diploma, de acordo com a legislação em vigor;
c) aos licenciados em Sociologia, Sociologia e Política ou Ciências Sociais, com licenciatura plena, realizada até 11 de dezembro de 1980, em estabelecimentos de ensino superior, oficiais ou reconhecidos;
d) aos mestres ou doutores em Sociologia, Sociologia Política ou Ciências Sociais, diplomados até 11 de dezembro de 1980, por estabelecimentos de pós-graduação, oficiais ou reconhecidos;
e) aos que, embora não diplomados nos termos das alíneas a, b, c e d, tenham exercido, efetivamente, há mais de 5 (cinco) anos, até 11 de dezembro de 1980, uma das atividades definidas, no artigo 2º deste Decreto.
Art. 2º São atribuições do sociólogo:
I - elaborar, supervisionar, orientar, coordenar, planejar, programar, implantar, controlar, dirigir, executar, analisar ou avaliar estudos, trabalhos, pesquisas, planos, programas e projetos atinentes à realidade social;
Il - ensinar Sociologia Geral ou Especial, nos estabelecimentos de ensino, desde que cumpridas as exigências legais;
III - assessorar e prestar consultoria a empresas, órgãos da administração pública direta ou indireta, entidades e associações, relativamente à realidade social;
IV - participar da elaboração, supervisão, orientação, coordenação, planejamento, programação, implantação, direção, controle, execução, análise ou avaliação de qualquer estudo, trabalho, pesquisa, plano, programa ou projeto global, regional ou setorial, atinente à realidade social.
Art. 3º Os órgãos públicos da administração direta ou indireta ou as entidades privadas, quando encarregados da elaboração e execução de planos, estudos, programas e projetos sócio-econômicos ao nível global, regional ou setorial, manterão, em caráter permanente, ou enquanto perdurar a referida atividade, sociólogos legalmente habilitados, em seu quadro de pessoal, ou em regime de contrato para a prestação de serviços.
Art. 4º As atividades de sociólogo serão exercidas:
I - mediante contrato de trabalho, regido pela Consolidação das Leis do Trabalho;
Il - em regime estatutário (Estatuto dos Funcionários Públicos); e
III - de forma autônoma.
Art. 5º Admitir-se-á, igualmente, a formação de empresas ou entidades de prestação de serviços para a realização das atividades previstas no artigo 2º deste Decreto, desde que as mesmas mantenham sociólogo como responsável técnico e não cometam atividades privativas de sociólogo a pessoas não habilitadas.
Art. 6º O exercício da profissão depende de prévio registro no órgão regional do Ministério do Trabalho.
§ 1º O registro a que se refere este artigo será efetuado a requerimento do interessado, instruído com os seguintes documentos:
a) diploma mencionado na alínea a, b ou d do artigo 1º, ou ainda
b) título de habilitação específica em Sociologia, Sociologia e Política ou Ciências Sociais, com licenciatura plena, realizada na forma do disposto no artigo 1º;
d) documento comprobatório de atividade profissional de sociólogo, durante pelo menos 5 (cinco) anos, até 11 de dezembro de 1980, observado o previsto no artigo seguinte;
e) Carteira de Trabalho e Previdência Social.
§ 2º O requerimento de que trata o parágrafo anterior deverá conter, além do nome do interessado, a filiação, o local e a data de nascimento, o estado civil, indicação da residência e local onde exerce a profissão, número da Carteira de Identidade, seu órgão expedidor e data da expedição, bem como o número da inscrição no Cadastro de Pessoas Físicas do Ministério da Fazenda.
Art. 7º A prova da situação prevista na alínea e do artigo 1º será feita por qualquer meio em direito permitido, notadamente pela Carteira de Trabalho e Previdência Social, ou pelo recibo de pagamento do imposto relativo ao exercício da atividade profissional e somente admitida no prazo de 180 (cento e oitenta) dias, a partir da data da publicação deste Decreto.
Art. 8º O órgão regional do Ministério do Trabalho anotará na Carteira de Trabalho e Previdência Social do interessado a data e o registro da profissão.
Art. 9º O Ministério do Trabalho expedirá instruções que se fizerem necessárias à execução deste Decreto.
Art. 10. Este Decreto entrará em vigor na data de sua publicação, revogadas as disposições em contrário.
Brasília, em 05 de abril de 1984; 163º da Independência e 96º da República.
JOÃO FIGUEIREDO
Murillo Macêdo
RETIFICAÇÃO
DECRETO nº 89.531, DE 05 DE ABRIL DE 1984
Regulamenta a Lei nº 6.888, de 10 de dezembro de 1980, que dispõe sobre o exercício da profissão de sociólogo e dá outras providências.
(PUBLICADO NO DIÁRIO OFICIAL DE 09 DE ABRIL DE 1984 - SEÇÃO I)
Na página 5.067, 1ª coluna, nas alíneas do parágrafo primeiro, do artigo 6º, ONDE SE :
b) título de habilitação ...
d) documento comprobatório ...
e) Carteira de Trabalho ...
LEIA-SE: b) título de habilitação ...
c) documento comprobatório ...
d) Carteira de Trabalho ... 

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• Sob o governo eleito de André Franco Montoro, a disciplina de Sociologia é incluída entre as matérias da parte diversificada nos currículos das escolas estaduais de segundo grau.

Cabe notar que, ao posicionar-se em favor do ensino da sociologia, autorizar e determinar a inclusão dessa disciplina nos currículos de segundo grau, Franco Montoro impôs sua influência como Governador eleito de São Paulo (1982) na primeira eleição direta para o cargo após vinte anos. 

Desta forma, não só fez valer a Lei Nº 6.888 ( Dezembro de 1980, que reconheceu a profissão), mas assumiu a responsabilidade política executiva pela legitimidade, serventia e urgência da profissão de sociólogo, tornando viável e efetiva a sanção presidencial do decreto (1984) que regulamenta a profissão. 

Neste sentido, Franco Montoro pode ser considerado o benfeitor da profissão de sociólogo. Sua atuação pela indispensabilidade pedagógica da sociologia valorizou o alto nível de nossa profissão.

Jacob J. Lumier 


quinta-feira, 3 de abril de 2008

O Relatório da Hutchins Commission de 1947 (EUA) e a Responsabilidade Social da Mídia


A Responsabilidade Social aceita que a mídia deve servir ao sistema econômico e buscar a obtenção do lucro, mas subordina essas funções à promoção do processo democrático e ao esclarecimento do público ("o público tem o direito de saber").

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COMISSÃO HUTCHINS: O velho (novo) paradigma faz 61 anos

Por Venício A. de Lima em 25/3/2008

http://www.observatoriodaimprensa.com.br/artigos.asp?cod=478JDB001


Março é o mês de aniversário do famoso relatório da Hutchins Commission – "Uma imprensa livre e responsável" (A free and responsible press) – publicado em 1947, nos EUA. A Comissão, formada por 13 personalidades do mundo acadêmico e empresarial, financiada pelo grupo Time Life e pela Enciclopédia Britânica, foi presidida pelo então reitor da Universidade de Chicago, Robert M. Hutchins. Criada em 1942, no correr da Segunda Guerra Mundial, antecipando as mudanças que estavam por vir e respondendo a uma onda crescente de críticas à atuação da mídia, a Comissão tinha como objetivo principal definir quais eram as funções da mídia na sociedade moderna. Objeto de muitas críticas ao longo dos seus 61 anos, o relatório da Hutchins Commission deu origem à chamada teoria da responsabilidade social da mídia.

Responsabilidade social

A responsabilidade social (RS) não é um conceito novo e sua origem está associada à filosofia utilitarista que surge na Inglaterra e nos Estados Unidos no século 19, de certa forma derivada das idéias de Jeremy Bentham e John Stuart Mill.

Nos anos pós-Segunda Grande Guerra, a RS se constituiu como um modelo a ser aplicado às empresas em geral – e às empresas jornalísticas norte-americanas, em particular – e começou a ser introduzida por meio de códigos de auto-regulação estabelecidos para o comportamento de jornalistas e de setores como rádio e televisão. Esse modelo está ligado diretamente à defesa da liberdade, inclusive à liberdade de imprensa e ao desenvolvimento do capitalismo e dos direitos civis.

A RS se baseia na crença individualista de que qualquer um que goze de liberdade tem certas obrigações para com a sociedade – daí seu caráter normativo. Na sua aplicação à mídia, é uma evolução de outra teoria da imprensa – a libertária – que não se preocupava em garantir um fluxo de informação em nome do interesse público. A RS aceita que a mídia deve servir ao sistema econômico e buscar a obtenção do lucro, mas subordina essas funções à promoção do processo democrático e ao esclarecimento do público ("o público tem o direito de saber").

Cinco pontos

O relatório da Hutchins Commission resumiu as exigências que os meios de comunicação teriam de cumprir em cinco pontos:

1. Propiciar relatos fiéis e exatos, separando notícias (reportagens objetivas) das opiniões (que deveriam ser restritas às páginas de opinião);

2. Servir como fórum para intercâmbio de comentários e críticas, dando espaço para que pontos de vista contrários sejam publicados;

3. Retratar a imagem dos vários grupos com exatidão, registrando uma imagem representativa da sociedade, sem perpetuar os estereótipos;

4. Apresentar e clarificar os objetivos e valores da sociedade, assumindo um papel educativo; e, por fim,

5. Distribuir amplamente o maior número de informações possíveis.

Esses cinco pontos se tornariam a origem dos critérios profissionais do chamado "bom jornalismo" – objetividade, exatidão, isenção, diversidade de opiniões, interesse público – adotado nos Estados Unidos e presente nos Manuais de Redação de boa parte dos jornais nas democracias liberais.

Lições contemporâneas

Em livro lançado recentemente nos EUA (The Big Picture – Why Democracies need Journalistic Excellence; Routledge, 2008) o jornalista Jeffrey Scheuer chama a atenção para o fato de que o relatório da Hutchins Commission estabeleceu um precedente ajudando a legitimar a crítica da mídia como uma atividade importante das democracias maduras. Além disso, o relatório talvez tenha sido responsável por uma mudança fundamental de paradigma no jornalismo: da liberdade de imprensa para a responsabilidade da imprensa.

Teria essa mudança de paradigma de fato ocorrido? Ela chegou ao Brasil?

Talvez o jornalismo brasileiro ainda tenha algo a aprender com o velho relatório da Hutchins Commission. Talvez já seja tempo de os empresários de mídia – que hoje incluem os donos, controladores e gerentes de provedores de internet – se darem conta de que os tempos são outros e a consciência dos direitos individuais e coletivos avança e ganha força dia a dia em camadas cada vez mais amplas de nossa população.

O sucesso empresarial da indústria privada das comunicações – da qual fazem parte as empresas de telecomunicações, seja através da distribuição de conteúdo ou do provimento de tecnologia – está cada vez mais ligado ao respeito aos direitos de comunicação do cidadão consumidor. Talvez seja tempo de pensar menos no surrado "escudo" da ameaça "de fora" à liberdade de imprensa e pensar mais na responsabilidade social daqueles que escolheram a mídia como atividade profissional e empresarial.

Com 61 anos de idade, o velho relatório da Hutchins Commission – "Uma imprensa livre e responsável" – permanece novo, válido e atual, pelo menos entre nós.

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Artigo reproduzido do Website Observatório da Imprensa por Jacob (J.) Lumier

http://www.observatoriodaimprensa.com.br/artigos.asp?cod=478JDB001

quarta-feira, 2 de abril de 2008

Estudo sobre a responsabilidade social no Brasil.



A preocupação com as questões do meio ambiente é relativamente recente na consciência social, mas progrediu muito em diversos setores da sociedade, inclusive no meio empresarial. Por ora, no entanto, há poucos indícios do surgimento de uma cultura realmente nova caracterizada por um diálogo crítico e autocrítico entre a economia e a sociedade a respeito das questões ambientais.


Instituto de Pesquisas das Nações Unidas para o Desenvolvimento Social - UNRISD


A economia política da responsabilidade empresarial noBrasil: as dimensões social e ambiental

por

Paola Cappellin e Gian Mario GiulianiResumo

Janeiro de 2005

O discurso e as práticas associadas à responsabilidade social e ambientaldas empresas (RSAE) vêm se intensificando e desenvolvendo rapidamente nosúltimos anos.


Este documento descreve a agenda da RSAE no Brasil, examina sua história, identifica os fatores e os atores que estimularam as empresas a adotar iniciativas dessa natureza, e se interroga sobre seus efeitos concretos para o desenvolvimento social sustentável.


O interesse mundial pela RSAE cresceu muito na década de 1990 e estendeu-se aos países em desenvolvimento por via de processos, políticas e instituições relacionadas com a globalização.


Mas muitos países em desenvolvimento também têm uma história própria de iniciativas de RSAE.


O desejo de melhorar o desempenho social das empresas no Brasil aumentou significativamente nos anos 80, graças principalmente às inquietações dos atores e aos contextos internos.


Um fator decisivo foi a difusão de certos valores e princípios éticos ligados à democratização e a um pensamento religioso progressista.


O processo de democratização também abriu caminho para a expansão das organizações da sociedade civil e dos movimentos sociais preocupados com os impactos sociais e ambientais das atividades das empresas.


Um setor da comunidade empresarial desempenhou um papel fundamental nessas mudanças, as associações empresariais, que não só representavam osi nteresses econômicos de seus membros, mas se colocavam questões filosóficas e culturais, entre elas as das relações entre as empresas e a sociedade.


Partindo de uma posição crítica com relação à atitude tradicional do empresariado, essas associações procuraram despertar a consciência social das empresas e estimular atividades filantrópicas.


O círculo dos atores e instituições que preconizava a RSAE ampliou-se consideravelmente na década de 1990. Partidos políticos, organizações não-governamentais, sindicatos, meios de comunicação de massa, governos locais, consumidores e acionistas engajaram-se nessas ações, assim como algumas entidades empresariais, diretores e empresas de visão mais proativa.


Mas há diferenças fundamentais de visão entre as organizações da sociedade civil. Os sindicatos, por exemplo, consideram as empresas como as grandes responsáveis pela deterioração das condições de trabalho e reclamam a universalização dosdireitos trabalhistas, enquanto muitas organizações não-governamentais tendem a incentivar ações sociais voluntárias empresariais.


A impulsão favorável à RSAE recebeu ainda o reforço das influências e pressões internacionais ligadas à gestão além-fronteiras das companhias multinacionais, da militância da sociedade civil mundial, da certificação ambiental e das normas e leis internacionais relacionadas com o trabalho, o meio ambiente e os direitos humanos.


Outra mudança importante ocorreu nos anos 90. No momento em que as companhias buscavam reestruturar-se para aumentar sua competitividade no mercado internacional, alguns diretores - e especialistas em gestão de empresas se deram conta de que as iniciativas de RSAE podiam ser usadas para reduzir custos, aumentar as vantagens competitivas e administrar os riscos e a reputaçãode suas empresas.


As repercussões internacionais de uma imagem desfavorável levaram as empresas brasileiras a priorizar uns poucos problemas específicos, entre os quais a pobreza, a violência, o trabalho infantil, a educação e a proteção do meio ambiente. Além disso, alguns segmentos do mundo dos negócios,principalmente as grandes empresas dos setores mais dinâmicos da economia, colocaram-se na dianteira das ações sociais, procurando fechar algumas das brechas abertas pela fragilidade, real ou percebida, do setor público.


A RSAE tornou-se assim parte de uma estratégia mais ampla de legitimidade, uma maneira de limpar a imagem maculada dos empresários e das empresas que muitos consideravam responsáveis pela concentração da riqueza e pelo caráter cada vez mais especulativo dos investimentos financeiros.


Em outraspalavras, os empresários brasileiros utilizaram-se da RSAE para restabelecer a confiança dos trabalhadores, aumentar sua competitividade e, sobretudo consolidar a fidelidade dos consumidores e a aceitação da coletividade.


Em uma época de mercados de trabalho flexíveis e de desregulação dos custos da mão de obra, a responsabilidade social permitiu às empresas amenizar um pouco os efeitos dessas políticas e processos. Com a ampliação da agenda de RSAE durante a década de 1990 um número cada vez maior de grandes empresas se interessaram por diversas iniciativas que iam além dos limites da filantropia e incluíam o bem-estar social, a proteção do meio ambiente e o desenvolvimento comunitário. Tais atividades seconcentravam habitualmente em doações e ações sociais voltadas para as comunidades locais em que as empresas haviam se instalado.


Em outraspalavras, as empresas e entidades empresariais dirigiram suas ações sociais para fora de seus muros. Entretanto, com a intensificação da reestruturação industrial, as ações sociais foram redirecionadas para dentro, isto é, para investimentos na qualificação dos trabalhadores e para a modernização das técnicas de produção usadas nos locais de trabalho, sobretudo nos setores metalúrgico, químico, têxtil e de construção civil.


Os investimentos orientados para os trabalhadores visavam primordialmente o aumento da produtividade. Por outro lado, essas iniciativas contribuíram para reduzir os problemas tradicionais das fábricas brasileiras, como os acidentes de trabalho, o analfabetismo, as doenças, o absenteísmo e a baixa adesão aos objetivos da empresa.


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Se é possível constatar que as empresas adotam cada vez mais iniciativas de responsabilidade social e ambiental, a dinâmica da responsabilidade social empresarial (RSE) e da responsabilidade ambiental empresarial (RAE) são muito diferentes entre si.


A RSE surgiu num contexto de desregulamentação e deterioração das normas e direitos do trabalho. Embora o discurso e prática da RSE tenham se disseminado, as empresas e suas associações fazem pressão sobre o Estado para que os direitos trabalhistas e as normas de trabalho sejam excluídos da legislação nacional e transferidos para a órbita da negociação coletiva direta.


Juntamente com a desregulamentação da legislação trabalhista de caráter universal, as grandes empresas cortam empregos formais e salários.


Vista nesse contexto geral, a RSE mais parece uma “abordagem paliativa” para aliviar a consciência pesada.


A responsabilidade ambiental das empresas (RAE), por sua vez, apóia-se em sistemas de controle definidos pela legislação nacional e por acordos internacionais, além das pressões da sociedade civil, e é fortalecida por determinados nichos de negócios. Mas concluir daí que as empresas estão se convertendo à causa ecológica é simplificar em excesso um processo que é bem complexo e envolve diferentes atores e dinâmicas.


A preocupação com as questões do meio ambiente é relativamente recente na consciência social, mas progrediu muito em diversos setores da sociedade, inclusive no meio empresarial. Por ora, no entanto, há poucos indícios do surgimento de uma cultura realmente nova caracterizada por um diálogo crítico e autocrítico entre a economia e a sociedade a respeito das questões ambientais.


Na realidade, os progressos obtidos na Responsabilidade Ambiental das Empresas são frágeis. As relações entre as empresas e as organizações não-governamentais preocupadas com o meio ambiente permanecem tênues, e certos grupos empresariais continuam a reivindicar uma atenuação da rigidez das leis ambientais, principalmente no que diz respeito à conservação florestal e às restrições à produção e comercialização de produtos transgênicos (ou geneticamente modificados).


A perspectiva da RSAE depende, em última análise, de um contexto institucional que reúna condições legais, políticas e comerciais. Alguns sinais parecem indicar que o Brasil poderá reunir essas condições. É provável que o momento favorável aos dois tipos de responsabilidade ganhe impulso, sobretudo porque uma série de atores e instituições – antigos e novos, nacionais e internacionais – têm se empenhado ativamente em promovê-la.


Os mercados de bens e serviços ambientais continuam a expandir-se, e as recentes mudanças políticas indicam que o Estado brasileiro poderá vir a desempenhar um papel mais proativo no desenvolvimento econômico e social.


No novo governo de Luiz Inácio Lula da Silva, a agenda da RSAE faz parte de uma pauta maior de questões em que as políticas públicas universalizantes voltaram a ocupar o centro do modelo brasileiro de desenvolvimento econômico e social. O governo também anuncia uma nova cultura de consenso social e uma nova relação entre a regulação voluntária e a normatividade estatal.


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Paola Cappellin e Gian Mario Giuliani, Doutores em Sociologia pelaUniversidade de Paris X – Nanterre, são professores do Programa de Pós-Graduação em Sociologia e Antropologia (PPGSA) do Instituto de Filosofia eCiências Sociais (IFCS) da Universidade Federal do Rio de Janeiro (UFRJ), Brasil.
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Texto reproduzido por Jacob (J.) Lumier

quinta-feira, 6 de março de 2008

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quinta-feira, 28 de fevereiro de 2008

Sociologia da Literatura – I: Leitura de Proust: Uma Abordagem Inspirada por Samuel Beckett.



Sociologia da Literatura – I: Leitura de Proust

Uma Abordagem Inspirada por Samuel Beckett

Jacob (J.) Lumier

DESCRIPTION

Dans ce livre Jacob (J.) Lumier éclaircit sur le probléme de l’individuation burgeoise en matiére de sociologie du roman, pris celui-ci dans sa ambiguité comme technique de communication. Il expose l’approche beckettienne sur la pensée artistique en vue d’enseigner les points basiques de la lecture esthétique de Proust. Y prend relief la definition sur le procedé de l’art comme contemplation du monde indépendément du principe de causalité que nos a donné Schopenhauer, en aboutissant a la conception du Désir lié à la nulité de la volonté au cours de l’expérience artistique-extatique.

La médiatisation par la figure ocultée du narrateur proustien est la referénce pour l’analyse et l’interprétation de l’expression in-voluntaire, dans laquelle, desarmée la logique habituelle et les régles de l’existence empirique, le sujet y concentre ses éfforts pour s’annuler soi-même. De lá, la centralité du théme de la désillusion impliquée dans une philosophie du sentiment comme expréssion de l’individuation. À l’examen de cette philosophie on y voit la tragédie d’ Albertine et le probléme proustien de l’impossibilité dans la possession de l’autre, aboutissant à son tour dans la valeur essentielle de la jalousie comme critérium de l’objectivité littéraire, formée dans le complexe de domination et dans l’ enfantinisme que Beckett souligne en Proust.

Cependant cette description n’est pas limitée au volume deuxiéme de “Le Temps Retrouvé”, mais comprendre aussi le théme de l’intuition littéraire développé dans le volume premier de l’oeuvre citée à la mesure que, par allusion a la phrase de Pascal “le moi est odieux” et a propos du mondainisme, Proust souligne le désir d’exhibition.

< productid="la LITT￉RATURE" st="on">la LITTÉRATURE - I : LECTURE DE PROUST, UNE APPROCHE INSPIRÉE par SAMUEL BECKETT > a été élaboré par Jacob (J.) Lumier sous le régard du sociologue en vue de produire de la bibliographie basique pour la formation dans les Sciences Humaines et actualiser certaines interprétations historiques qui revalorisent le monologue proustien.

Catégories:

Communication, sciences humaines, sociologie, histoire,

théorie littéraire, avant-garde..

Les Mots Clés:

Sociologie/ realité/ roman/ avant-garde/ individualism/ alienation/ fantasie/ artiste/ société/ utopie/ monologue/subjectivity/médiatisation/conscience.

© 2007 by Jacob (J.) Lumier

SOCIOLOGIE de la LITTÉRATURE - I : LECTURE DE PROUST.

UNE APPROCHE INSPIRÉE par SAMUEL BECKETT

Jacob (J.) Lumier

Descrição em português

Nesta obra o autor esclarece o problema da individuação burguesa em sociologia do romance, tomado este em sua ambigüidade como técnica de comunicação. Expõe a abordagem beckettiana sobre o pensamento artístico ensinando quais são os pontos básicos que guiam a leitura de Proust desde o ponto de vista estético. Relevando a definição de Schopenhauer do procedimento da arte como contemplação do mundo independentemente do princípio de causa, destaca a concepção do Desejo ligado à neutralização da vontade na experiência artístico-extática.

A figura velada do narrador proustiano como mediação é a referência para a análise e interpretação da expressão involuntária, na qual, desarticulada a lógica habitual e as regras da existência empírica, o sujeito aplica suas energias em apagar-se a si mesmo. Daí a centralidade do tema da desilusão implicando uma filosofia do sentimento como expressão da individuation. No exame dessa filosofia, sobressaem a tragédia de Albertine e o problema proustiano da impossibilidade em tomar posse do outro, levando por sua vez a pôr em relevo o alcance essencial dos ciúmes, como critério de objetividade literária compondo uma forma do complexo de domínio e do infantilismo que Beckett nota como duas tendências sumamente desenvolvidas em Proust. Todavia a descrição não se limita ao Segundo Volume de “Le Temps Retrouvé”, mas examina o ponto de vista da intuição literária, afirmado igualmente no Primeiro Volume, na medida em que – alusivamente à frase de Pascal de que “o Eu é odioso” e tratando o mundanismo – Proust enfoca o desejo de exibir-se.

<>, uma abordagem inspirada por Samuel Beckett > foi elaborada por Jacob (J.) Lumier sob a mirada do sociólogo em vista de produzir bibliografia básica para a formação nas Ciências Humanas e dar aproveitamento e atualidade às fontes históricas revalorizando a arte de Proust.

Categorias:

Comunicação social, ciências humanas, sociologia, história, teoria literária, avant-garde.

Palavras chaves:

Romance, fantasia, mundo dos valores, conhecimento, realidade, alienação, reificação, coisificação, indivíduo, individualismo, crítica, cultura, psicologia, consciência, sociedade, artista, mediação, subjetividade, consciência, mediatização.

© 2007 by Jacob (J.) Lumier

APRESENTAÇÃO

(INDIVIDUATION [i] e SOCIOLOGIA)

Este ensaio foi elaborado em vista de aprofundar na arte literária de Proust sob o aspecto da mediatização e no quadro da crise de objetividade literária, cujo exame teve início em obra anterior [ii] .O interesse da sociologia no romance é o individualismo. No século XX os sociólogos acentuam que a dificuldade em descrever a biografia e a psicologia do personagem deve-se ao fato de se viver numa sociedade onde o indivíduo já não é o valor predominante. Admite-se que para permanecer fiel à sua herança realista e continuar dizendo como são realmente as coisas, o romance teve que se afastar de um realismo voltado para reproduzir apenas a fachada e teve que promover o equívoco desta. Tarefa por sinal não estranha ao romance que desde o século XVIII com o Tom Jones, de Fielding, já encontrara seu verdadeiro objeto no conflito entre os homens vivos e as petrificadas (ou mumificadas) relações, de tal sorte que a própria alienação se converte assim para o romance em meio artístico (T.W. Adorno).

Como se sabe em história literária, a ação dramática do romance esteve envolvida em uma técnica da ilusão que reservava previamente ao leitor o papel limitado de realizar algo já realizado e participar assim do caráter ilusório do conteúdo representado. Entretanto, simultaneamente à supressão do objeto do romance em face do gênero reportagem no século XX, implicando e alterando a posição do narrador que por diferença do realismo literário do século XIX não mais possui a experiência do conteúdo a ser narrado, nota-se que o caráter ilusório vai sendo suprimido conforme se passe de Flaubert para Proust, Gide, Thomas Mann ou Musil e desemboque no que T.W. Adorno chama “reabsorção da distância estética”. Desse modo vem a ser favorecida a prevalência da relação com o leitor por fora e em detrimento da união autor-personagem-leitor. Daí um tipo de romance cujo impulso é decifrar o enigma da vida externa (o autor literário que não mais possui a experiência do conteúdo evita a pretensão de que sabe exatamente “como foi”, exclui a “pretensão de conhecimento[iii]). Tipo de romance este ao qual se aplica a asserção de que a alienação se converte em meio artístico, de tal sorte que a análise sociológica exige pôr em relevo, além da fantasia, a ambigüidade do romance como técnica de comunicação.

Quer dizer, o aspecto da fantasia já não é acessível sem a mediação da técnica de comunicação. Neste sentido T.W. Adorno remarca que o avanço de Dostoyevski está em ter pressentido que o romance estava obrigado a romper com o positivo e apreensível e a assumir a representação da essência como das qualidades humanas, uma psicologia do caráter inteligível. Daí o surgimento de um narrador como homem no exercício experimental de suas recordações únicas. Daí também, dessa atitude experimental em literatura, em modo especial, um vínculo ao Iluminismo e à liberdade de pensamento que ultrapassa o Eu genérico legado do século XVIII. Portanto, será o narrador como homem no exercício experimental de suas recordações únicas e por esta via não-generalizável vinculado ao Iluminismo e à liberdade de pensamento, que Adorno reencontrará em Proust. Se na arte deste se afirma a recordação pelo monólogo interior – recordação personificada em sua realidade humana pelo narrador prousteano ou mesmo para-além dele – se atualiza igualmente o dilettantismo: o modo de ser do homme de lettres como sujeito social de conhecimentos. Tal é o ponto de vista da recordação que além de experiência não-generalizável se exerce por um proceder experimental, por intenção tenteadora, a saber: a recordação na medida em que se experimenta como esperança ou desilusão fornece o critério que confirma ou refuta para si mesmo as observações do sujeito como indivíduo humano. Tal o caráter do monólogo interior na arte de Proust, caráter artístico criado pelo narrador prousteano como homem experimentado [iv].

Neste sentido, o interesse sociológico na literatura do século XX aprofunda no individualismo para focar-se na própria individuation burguesa, na possibilidade mesma do que constitui ou diferencia um indivíduo de outro indivíduo em contexto de alienação. Daí o domínio conexo entre a estética-sociológica e as teorias metapsicológicas, já que à objetivação do humano nas estruturas corresponde o surgimento da subjetividade, a aspiração aos valores que resta em estado de aspiração, uma cultura que não se individualiza. Daí o simples como pensamento letargado, perplexo, chegando à ataraxia [v], a qual não deve ser confundida às alienações mentais subjetivas, esquizofrenias ou delírios patogênicos em face da realidade e frequentemente provocados no envolvimento do indivíduo em alternativas inconciliáveis para o sentimento de felicidade.

Com efeito, em sociologia a busca da individuação na composição literária de avant-garde deve levar em conta a coisificação não somente como condição da ruptura libertadora, condição negativa, mas como a forma positiva que torna objetivo o trauma subjetivo, como o caráter de mercadoria assumido pela relação entre os homens. O modelo da tradição do romance que vem do século XVIII, desde o Iluminismo, tendo por objeto o conflito entre o homem vivo e as petrificadas relações sociais, é uma referência limitada ao nível ideológico e, falta de crítica social, não atende à exigência de justiça poética, não evita colocar os personagens em injustiça pelo não reconhecimento ou pela descaracterização do perfil neurótico desempenhado. T.W. Adorno acentua a crítica social não só como ponto de vista aproximadamente freudiano sobre a busca da individuação (objetivação do trauma subjetivo), porém equipara a crítica social ao conhecimento de que a promessa humanista da civilização afirma o humano como incluindo em si juntamente com a contradição da coisificação também a coisificação mesma.

Nesse caráter de mercadoria assumido pela relação entre os homens, uma relação que se esqueceu de si mesma – forma positiva que torna objetivo o trauma subjetivo – a busca da individuação passa pela forma reflexa afirmando a falsa consciência que o homem tem de si mesmo e que é decorrente dos seus fundamentos econômicos. Essa falsa consciência configura por sua vez o homem coisificado não somente como uma realidade crítico-teórica, mas dá-lhe expressão como um homem obnubilado diante de si mesmo. Daí, finalmente, desse estado patético procede a figura recorrente na literatura de avant-garde do personagem neurótico como afirmação da individuação buscada no contexto da Standardização e da indústria cultural, o personagem com alcance crítico e por isso com valor artístico positivo. De fato, se a justiça poética é uma noção reflexiva aplicável à utopia negativa como tema configurando o campo da arte e literatura de avant-garde e se vale para designar o modo pelo qual o autor, como artista, deve observar e aplicar a forma de objetivação na composição dos personagens, sua figuração da ataraxia (ou até mesmo da ancilose [vi], como em “A Metamorfose”, de Kafka), isto é, sua assimilação ou seu distanciamento para com a crítica social, então temos que a atitude efetiva assumida em face desse modo composicional ou dessa crítica social leva a distinguir um momento positivo e um momento negativo interpenetrados na utopia negativa. É o que T.W. Adorno nos sugere e suas análises esclarecem [vii].

Mas não é tudo. Em suas múltiplas facetas, o domínio conexo entre a estética-sociológica e as teorias metapsicológicas pode ser assinalado igualmente no caráter estranhado da subjetividade daquele que ainda tem história apesar da fixação do Sempre Igual da produção em massa, caráter que se observa em certas formas de arte de avant-garde do século XX, como o surrealismo. Neste, se configura uma tensão entre esquizofrenia e coisificação marcando a individuation na era da modernidade e que se descarrega na catarse ou shock surrealista. Sustenta T.W. Adorno que se as formações surrealistas têm analogia com o sonho em psicanálise por desarticularem a lógica habitual e as regras da existência empírica, todavia elas continuam respeitando as coisas isoladas, separadas violentamente umas das outras do mundo coisificado, continuam respeitando todos os seus conteúdos e até aproximam o humano à figura coisista.

No sonho, o mundo coisista aparece incomparavelmente mais velado ou menos posto como realidade do que no surrealismo, que é a arte sacudindo a arte. Quer dizer, no surrealismo o sujeito atua muito mais abertamente e menos inibidamente aplicando suas energias em apagar-se a si mesmo, enquanto no sonho isso é feito sem necessidade de energia alguma. A diferença é que disso resulta tudo mais objetivo no surrealismo do que no sonho em psicanálise. Neste último o sujeito é ausente por antecipação e se ele dá cor e penetra em tudo o que ocorre o faz entre bastidores. Daí porque as associações dos conteúdos no surrealismo não sejam as mesmas que na psicanálise, embora ambos busquem a expressão involuntária. No surrealismo, onde se tem em vista a coisificação total que o remete totalmente a si mesmo e ao seu protesto, o sujeito dessa expressão involuntária e que dispõe livremente de si, tendo se desentendido de toda a consideração do mundo empírico, revela ser algo des-animado, desprovido do elemento anímico, mítico.

T.W.Adorno sublinha haver uma dialética da liberdade subjetiva em situação de falta de liberdade objetiva de tal sorte que, nas imagens do surrealismo, o que se tem é o abandono pela sociedade burguesa da sua esperança na própria sobrevivência. Daí a aplicação ao conteúdo do surrealismo da frase atribuída ao Hegel de A Fenomenologia do Espírito segundo a qual “a única ação da liberdade geral é a aniquilação que não tem dimensão nem cumprimento interno algum” [viii]. Segundo T.W. Adorno, esta frase que põe em relevo o sentido do “algo des-animado” caracterizando o sujeito da expressão involuntária como desprovido do elemento anímico ou mítico serve para explicar o alcance crítico do surrealismo.

Dessa forma, não surpreende que tenhamos acentuado a interconexão metapsicológica da leitura de Proust neste nosso ensaio. Assim, sob o valor da notoriedade na relação de prestígio dos freqüentadores proustianos dos Salões parisienses, nos anos que precederam a década de Vinte, os autores afeitos à sociologia literária da vertente psicanalítica observam o que Theodor W. Adorno classificou de “um decisivo complexo”, designando o esnobismo como vontade de superar ou tornar sem importância o medo do tabu mediante o ingresso entre os iniciados [ix]. Nas observações deste autor será com referência à percepção desse “decisivo complexo” que se pode constatar não só a aproximação de Kafka a Proust, mas um certo paralelismo entre, por um lado, estes dois grandes artistas-escritores, através notadamente do primeiro, e por outro lado o pensamento de Freud na obra “Totem e Tabu”.

Com efeito, T.W. Adorno sustentará a aplicação da noção de tabu de um rei tirada de Freud como imprescindível para compreender aquilo que em Kafka move aos homens para unirem-se com outros mais altos. Sua análise é suscitada pela questão de como chegar à interpretação do cosmos de Kafka e seu ponto de partida é a hipótese sobre o estatuto da linguagem nas obras deste, marcadas pela inversão da relação conceito/gesto, em que os gestos são resíduos, são os restos das experiências recobertas pelo significar: o gesto é “o assim é”, enquanto a língua “cuja configuração deve ser a verdade”, estando quebrada, é a não-verdade. Segundo T.W. Adorno é a lógica da perspectiva hierárquica em psicanálise que se verifica no esnobismo proustiano como complexo e em Kafka [x].

Mas não é tudo. Para caracterizar a orientação artística de Kafka em sua ligação com a psicanálise, T.W. Adorno nos oferece suas observações mais sociológicas sobre a atitude de Kafka em face do sofrimento, tomado este como estando cada vez mais submetido aos controles racionais do mundo da comunicação social. De início, comparando com a orientação de Freud em que a psicanálise é voltada para “o desmascaramento do mundo aparencial” tendo em vista as entidades psíquicas como os atos falhos, os sonhos e os sintomas neuróticos – lembrando que dentre estes últimos se incluem os que acometem ao herói K ao crer que os vizinhos o estão observando desde as janelas ou ao ouvir ao telefone sua própria voz cantarolando – T.W. Adorno põe em relevo que em Kafka tais entidades psíquicas são tomadas como “o lixo da realidade”, os produtos do desperdício separados da sociedade evanescente pelo novo que se forma: tal o material único tomado por Kafka ao produzir sua arte. Quer dizer, como em toda a grande arte, a arte de Kafka “domina a ascese diante do futuro” sem esboçar todavia a imagem da sociedade nascente, mas “a monta com os produtos do desperdício”. Em vez de sanar a neurose, “Kafka busca nela mesma a força salvadora que é a do conhecimento”; “as feridas que a sociedade ocasiona ao indivíduo são lidas por este como cifras da não-verdade social, como negativo da verdade. Sua potência é potência da decomposição”. Ao desmantelar a decomposição arrancando a máscara conciliatória que recobre o desmesurado sofrimento submetido aos controles racionais, “o artista não se limita como o faz a Psicologia a ficar junto ao sujeito, mas penetra até o meramente existente detectado no fundo subjetivo com a caída da consciência ao perder toda a auto-afirmação”.

T.W. Adorno sugere a aplicação da abordagem de Kafka como exemplar à literatura que interpela a individuação burguesa, incluindo Proust e Joyce. Trata-se de subtrair a psicanálise para confrontar o especificamente psicológico notado na concepção que “faz derivar o indivíduo a partir de impulsos amorfos e difusos”, isto é faz derivar o Eu do Isto[xi] convertendo a pessoa de entidade substancial, de ser em vigência do anímico, em “mero princípio de organização de impulsos somáticos”. A via de Kafka seria voltada para reinventar a psicanálise, tratando a esta em uma série experimental em vista de verificar o que aconteceria se as asserções da mesma “fossem certas não metafórica e mentalmente, mas sim materialmente”, tomando-a mais ao pé da letra que a própria psicanálise, mas, desta forma, pecando contra a sua regra de simples desmascaramento do mundo aparencial, desmascaramento pelo qual a psicanálise “prova à cultura e à individuação burguesa sua mera aparência”. Daí a compreensão de T.W. Adorno equiparando a caída da consciência uma vez desprovida de auto-afirmação à caída do sujeito como engenho, lembrando a imagem de mônada leibntziana fechada, sem janelas, mas tomando-a como o foco irradiador da narrativa de Kafka ou, no dizer mesmo de Adorno: “a mônada sem janelas prova ser lanterna mágica, mãe de todas as imagens, como em Proust e em Joyce”.

Acresce que, coerente com essa interpretação do foco da narrativa por monólogos irradiando-se de uma consciência-mônada, T.W. Adorno acentua as experiências desprovidas de normas que em Kafka circunscrevem a própria norma [xii] como expressando o permanente déjà vu, que é o déjà vu de todos: o fim oculto da arte de Kafka é a disponibilidade, a tecnificação e a coletivização do déjà vu [xiii] .

Finalmente, note-se que a interconexão metapsicológica neste nosso ensaio encontra-se igualmente afirmada na aproximação beckettiana sobre a obra de Proust. A conjectura estética essencial de Beckett para a memória involuntária de Proust, seu modelo de reduplicação alcançado pela e na experiência artístico-extática, afirmando como coerente a hipótese de um dado esquecido cristalizado na vida interior, tem respaldo na teoria metapsicológica de Alfred Adler [xiv], em que o modo pelo qual o indivíduo amolda seu caráter passa através de um mundo imaginário e belo no qual a vontade de finalidade pode restar indemne, conforme o desejo de precedência. De tal sorte que, nesta teoria metapsicológica afirmando o instinto do Eu é a tensão para o objetivo fictício fixado que toma o lugar da pulsão i-nata e saída das profundezas do ser que era a libido de Freud. Há uma trajetória pela qual o indivíduo constrói ele mesmo seu personagem com base em uma imagem ideal ou utilizando-se da comédia e da ficção. Vale dizer, o Eu, no plano do sentimento, efetua uma sorte de compensação pela ficção em tal maneira que a incerteza dolorosa em suportar é não só reduzida a sua mais simples expressão, porém, na seqüência, vem a ser transposta no seu pólo diametralmente oposto, o objetivo fictício, que se torna, então, o alvo de todos os anseios, de todos os sonhos e de todos os afetos.

© 2007 Jacob (J.) Lumier


SUMÁRIO

APRESENTAÇÃO – pág. 13

PREFÁCIO – pág. 23

TEMPO, HÁBITO, MEMÓRIA ou

AS METÁFORAS DE JANUS:

Beckett e a Memória Involuntária em Proust – pág. 29

SOB A VISÃO DA AVÓ:

A experiência artístico-extática na

Análise beckettiana do leitmotiv na obra de Proust – pág. 36

SOB A VISÃO DE ALBERTINE:

A filosofia estética do sentimento

como expressão da individuation – pág. 49

SOB O MILAGRE DE ANALOGIA:

O Êxtasis Artístico e a Necessidade da Arte – pág. 58

SOB O SOFRIMENTO NÃO TEMATIZADO:

Mundanismo, frivolidade elegante, esnobismo no

Primeiro Volume de Le Temps Retrouvé – pág. 70

NOTAS COMPLEMENTARES – pág. 91


ÍNDICE REMISSIVO – pág. 103

ANEXO

A ARTE DA MONTAGEM NA

FILOSOFIA LITERÁRIA DE ERNST BLOCH – pág. 108

SOBRE O AUTOR – pág. 125

ÍNDICE ANALÍTICO – pág. 130

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SOCIOLOGIE de la LITTÉRATURE - I : LECTURE DE PROUST.

UNE APPROCHE INSPIRÉE par SAMUEL BECKETT

Jacob (J.) Lumier

PREFÁCIO

Imaginamos que o objeto de nosso desejo é um ser que pode se entregar a nós encerrado em um corpo. Porém, ai!!! [tal objeto] é o prolongamento desse ser até todos os pontos do espaço e do tempo que ocupou e ocupará. Se não temos contato com tal lugar e com tal momento não possuímos a esse ser. Mas não podemos alcançar todos esses pontos”.

O sublime da memória involuntária sugere a Beckett uma interpretação de Proust centrada na imagem de que a impossibilidade para alguém possuir o outro pode ter a nobreza do trágico, uma interpretação acentuando a individualidade extrema da experiência artística, tida por incomunicável, elemento de negatividade caracterizando o artista em sua atividade singular. Pela mirada beckettiana, houvera Proust recusado sacrificar “a única essência real e incomunicável de “uno mismo” às exigências de qualquer hábito de conversar”, preservando desse modo “a assimilação espiritual do imaterial tal como o artista o extrai da vida”. A individualidade extrema como qualidade do sujeito da expressão involuntária compreende o caráter estranhado da subjetividade daquele que ainda tem história em contexto da produção em massa, a que T.W. Adorno atribui a tensão entre esquizofrenia e coisificação, enfocando nesse modo a individuation na era da modernidade sob o prisma do algo des-animado ou desprovido do elemento anímico, em cujas imagens, mais do que o abandono pela sociedade burguesa da sua esperança na própria sobrevivência, se reflete a denúncia da ausência de esperança à própria ausência de esperança. Quer dizer, na expressão involuntária, desarticulada a lógica habitual e as regras da existência empírica, o sujeito aplica suas energias em apagar-se a si mesmo. Daí a centralidade do tema da desilusão.

Ou seja, em l’approche beckettiana se admite haver um ego das aspirações do ontem e um ego para as do hoje e que nessa diferença não há logicidade, não há sistema algum de sincronização em o sujeito B se decepcionar com a trivialidade de um objeto preferido pelo sujeito A. Então, será do ponto de vista da diferença inserindo-se no desejo mesmo que se configura l’approche beckettiana a nos oferecer inicialmente uma análise da desilusão em face do que chama nulidade da consecução ou da realização invisível dos sentimentos. Sustenta-se por um lado que a incapacidade em apreciar nossa alegria comparando-a racionalmente à nossa tristeza põe em relevo o sentido em que a memória voluntária em Proust carece de valor como instrumento de evocação proporcionando nada mais que uma imagem tão alheia do real quanto o é o mito tirado de nossa imaginação. Vale dizer que qualquer esforço intelectual consciente para reconstituir o impensável ou invisível como uma realidade revela-se infrutuoso.

Por outro lado, admitindo não somente que, em decorrência, a identificação do sujeito ao objeto do seu apego escapa a qualquer relação lógica, mas que o alcance pelo sujeito do objeto do desejo atende a um desses milagres de coincidência em que o calendário dos fatos corre paralelo ao calendário dos sentimentos, neste caso, teríamos uma consonância tão perfeita quanto o estado temporal da consecução elimina tão precisamente o estado temporal da aspiração de tal sorte que, no fim, o real parece o inevitável. É pois em relação ao real impensável assim aparecido, inalcançável pelo esforço intelectual então ressentido como desilusão que se compreende o sentido da memória in-voluntátria em Proust, posto haver somente uma impressão real e um modo de evocação adequado e não dispomos de controle sobre nenhum dos dois.

Mas não é tudo. Essas observações iniciais sobre o enraizamento profundo no indivíduo humano da desilusão estão integradas em uma reflexão envolvendo os vários níveis da transação entre o indivíduo e seu contorno pela qual Beckett nos oferece certa aproximação de Proust e Schopenhauer. O cerne dessa reflexão em torno à definição de Schopenhauer do procedimento artístico como contemplação do mundo independentemente do princípio de causa não está limitado somente na exposição de uma teoria de transição contida na solução proustiana, mas compreende exatamente uma interpretação da fórmula solucionadora de Proust opondo o Hábito como uma segunda natureza a uma primeira natureza tomada por sua vez como livre das maldades e encantos daquela. Em face desta fórmula, l’approche beckettiana desdobra-se pela compreensão de que essa primeira natureza, por via de conseqüência, não só corresponde a um instinto mais profundo do que o mero instinto do organismo à auto-conservação, mas se revela diretamente ao ego durante tais períodos de abandono, durante os momentos de suspensão do Hábito.

Então, naquela primeira natureza trata-se da capacidade espontânea do ego em apreender diretamente o modelo de duplicação composto na experiência artística. Antes, porém, notemos que tomando as maldades e encantos da metáfora proustiana como sendo as da realidade, se admite em reflexão estética uma forma de percepção propriamente artística correspondendo a tais encantos da realidade. Ou seja, quando se percebe o objeto como particular e único e não só como pertencendo a um grupo; quando o objeto aparece independente de qualquer idéia geral e separado da sensatez de uma causa, “isolado e inexplicável à luz da ignorância”, só então pode ser fonte do encanto poético. O problema, a dificuldade é que no dizer de Beckett o Hábito vetou essa forma de percepção, segregando uma ação que consiste precisamente em esconder a essência, o caráter acessível do objeto individuado na bruma do conceito-preconceito. Todo o esforço da reflexão beckettiana é mostrar como acontece e o que significa na obra romanesca de Proust a suspensão da função do Hábito, a suspensão dessa contínua adaptação e readaptação de nossa sensibilidade orgânica às condições dos mundos do Hábito, em referência do qual o sofrimento representa a supressão dessa função, seja por negligência ou insuficiência, enquanto o tédio representa a sua realização. Segundo Beckett na obra romanesca de Proust a composição pode ser equiparada a um pêndulo oscilando entre esses dois extremos: o sofrimento, que lança uma ponte para o real e é a condição primeira da experiência artística; e o tédio, o mais tolerável dos males humanos por ser o mais permanente.

Há que penetrar, portanto, na série interminável de renovações para buscar os esforços de escavação poética e não tomá-la como uma progressão, o que nos deixaria indiferentes. A teoria proustiana de transição operada por Beckett volta-se exatamente para os períodos que separam adaptações consecutivas e os enfoca como as zonas perigosas da vida dos indivíduos: arriscadas, precárias, dolorosas, misteriosas e febris quando por um momento o tédio em viver é substituído pelo sofrimento no ser: é substituído pelo livre jogo de todas as faculdades ou estados de ânimo do indivíduo humano. Em seus enunciados as leis da memória estão sujeitas às leis mais gerais do hábito na medida em que o hábito é uma transação entre o indivíduo e seu contorno, entre o indivíduo e suas próprias excentricidades orgânicas funcionando como garantia de uma opaca inviolabilidade de sua existência. Em l’approche beckettiana há uma escala de valores sob o imperativo de objetivação da vontade do indivíduo, ou seja: se o mundo é uma projeção da consciência de si dos indivíduos, o pacto de garantia deve renovar-se continuamente. Daí falar-se que a vida é uma sucessão de hábitos tanto quanto o indivíduo é uma sucessão de indivíduos.

Finalmente, em relação ao critério de objetividade literária proustiana, o sujeito da expressão involuntária que em l’approche beckettiana corresponde ao sujeito da experiência artístico-extática, extensão da individuation na diferença intrínseca ao objeto do desejo, é afirmado nos ciúmes tornados tão ferozmente hipertrofiados que compõem o complexo de domínio e o infantilismo do (neurótico) narrador proustiano. Tanto é assim que este último formula um juízo de valor sobre o objeto do desejo afirmando que o apego mais exclusivo para com uma pessoa sempre é apego em relação a alguma outra coisa; que, em modo metafórico, na insignificância dela existe uma corrente misteriosa levando-o a adorar uma deusa implacável cuja condição é a decomposição e cujo culto faz nascer a humanidade, a saber, a Deusa Tempo: “nenhum objeto estendido nessa dimensão temporal suporta a posse, lograda somente mediante a completa identificação de objeto e sujeito”. É esse conhecimento assim formulado por metáfora, dispondo ao narrador Albertine sob a imagem de uma mulher que carece de realidade e o levando conscientemente a adorar a Deusa Tempo, que permite a Beckett assinar aos ciúmes do narrador uma função essencial, meio para fazer ver a verdade da impenetrabilidade do ser humano mais comum.

O esquema analítico de Beckett não é tão complexo quanto o são sua aplicação e seu desenvolvimento. Baseia-se o mesmo na constatação de que, em uma relação humana proustiana a instabilidade do objeto aprofunda-se para além da sua simples contaminação pela instabilidade de um sujeito inserido no fluir do tempo. Quer dizer, se, na percepção dos fenômenos correntes, o objeto dado é correlativo de um sujeito inserido no fluir do tempo ou de um observador que contamina o observado com a sua própria instabilidade, em uma relação humana nos defrontamos com um objeto cuja instabilidade é independente e pessoal ou, no dizer do próprio Beckett: “dois dinamismos separados e imanentes não relacionados por sistema algum de sincronização”. Daí a inferência referindo qualquer objeto de uma relação humana a uma sede de possessão que segundo Beckett só pode ser por definição insaciável, admitindo todavia que essa orientação de sua análise da relação absolutamente central entre o narrador e Albertine só em maneira muito abstrata pode corresponder ao pensamento estético de Proust. A intenção aqui é acentuar que as criaturas artísticas de Proust são irremediavelmente tomadas por uma condição e circunstância predominante, a saber, o Tempo, e igual nisso aos organismos inferiores são apenas conscientes de duas dimensões, permanecendo pasmadas ante o mistério da altura: “não se pode escapar das horas e dos dias, nem do amanhã nem de ontem”. Dessa forma Beckett põe em relevo o modo pelo qual se inter-relacionam por um lado o problema da Memória e do Hábito, atributos do Tempo, e por outro lado o problema da impossibilidade em tomar posse do outro.

© 2007 Jacob (J.) Lumier

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[ii] Lumier, Jacob (J.): L’Utopie Négative dans La Sociologie de la Littérature: Articles au tour de Marcel Proust redigés en Portugais, E-Book, 133 págs, Internet.http://www.lulu.com/content/900345

[iii] A pretensão de conhecimento o colocaria na ordem objetiva espacio-temporal onde predomina a coisificação, entendida esta como a outra face da desmitologização que se desenrola na base do processus de mediação próprio à sociedade de produção para o mercado. A separação irreversível da ciência e da arte está em correlação com a coisificação do mundo. Por isso, na sociologia crítica da cultura a análise da situação do romance do século XX leva à assertiva de que na transcendência estética se reflete o desencantamento do mundo.

[iv] Theodor W. Adorno: “Prismas: la Critica de la Cultura y la Sociedad”, tradução de Manuel Sacristán, Barcelona, Ariel, 1962, 292 pp. Ver o artigo intitulado “Proust”.

[v] No ensaio sobre “The Brave New World”, examinando o meramente existente detectado com a caída da consciência, T.W. Adorno desenvolve uma análise da des-subjetivação levando à ataraxia como subjetividade estacionária na fantasia futurista (regressão da aspiração a valores no indivíduo). É o esquema de uma des-subjetivação pura a que se identificam os sujeitos-objetos (a) – em sua incapacidade para perceber e pensar o que não é como eles mesmos; (b) - em sua auto-suficiência cega de sua própria existência; (c) – em sua imposição da pura utilidade subjetiva. Ver Lumier, Jacob (J.): Futurismo e Utopia Negativa na Crítica da Cultura: elaboração inicial para ler um texto de Theodor W. Adorno in L’utopie Negative dans La Sociologie de la Littérature: Articles au tour de Marcel Proust Redigés en Portugais, págs.93 a 118, E-Book, Internet, 133 págs, http://www.lulu.com/content/900345.

[vi] Segundo T.W. Adorno a redução da contraposição de espírito no sentido dos bens culturais da tradição, por um lado e, por outro lado a natureza como paisagem, imagem criação-sem-dominar mais além da sociedade, leva os homens à impossibilidade absoluta de movimentos, isto é à ancilose. Trata-se do entendimento diferente que o tema central da filosofia burguesa assume pelo tratamento do culto do instrumento tomado como separado de toda a destinação objetiva. Redução que corresponde a certas involuções já existentes no cotidiano da civilização técnica e da sociedade em regime avançado do capitalismo organizado que tendem a se converter em disposições com que a cultura de massa organiza o tempo livre para fazer deste um Standard do decoro infantil.

[vii] Ver Lumier, Jacob (J.): Futurismo e Utopia Negativa na Crítica da Cultura: elaboração inicial para ler um texto de Theodor W. Adorno in L’utopie Negative dans La Sociologie de la Littérature: Articles au tour de Marcel Proust Redigés en Portugais, págs.93 a 118, E-Book, Internet, 133 págs., http://www.lulu.com/content/900345 op cit.

[viii] Cf. Adorno, Theodor. W.: “Notas de Literatura”, tradução Manuel Sacristán, Barcelona, Editora Ariel, 1962, 134 pp., ver págs. 109 sq, ver citação de Hegel à pág.112. Ver Lumier, Jacob (J.): Crítica da Cultura e Surrealismo: para além da Psicanálise, in L’Utopie Négative dans La Sociologie de la Littérature: Articles au tour de Marcel Proust redigés en Portugais, E-Book, 133 págs., Internet, págs.51 a 59, http://www.lulu.com/content/900345.

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[ix] Cf. Adorno, T.W.: “Prismas”, tradução Manuel Sacristán, Barcelona, Arial, 1962, pág. 267, op.cit.

[x] T. W. Adorno destaca a observação de Freud sobre a distribuição das pequenas diferenças de força mágica do tabu que fazem invejar e que são menos temíveis que as grandes diferenças, sendo por esta forma que a hierarquia do tabu se estabelece, ou melhor, a hierarquia do medo do tabu de um rei. Assim o súdito que teme a grandiosa tentação do contato com o rei – o tabu deste é demasiado forte para o súdito por ser demasiado grande a diferença social entre ambos – pode suportar o rodeio através de um mediador próximo ao rei, tal como um ministro, ao qual não se sente movido a invejar tanto, configurando-se a hierarquia na medida em que o ministro, por sua parte, pode mitigar sua própria inveja do rei considerando o poder que ele próprio detém.

[xi] ID=Isto, em alemão.

[xii] Adorno dá-nos como exemplo significativo dessas experiências desprovidas a cena em uma grande cidade no momento em que um veículo se precipitou sobre um outro, quando “inúmeras testemunhas se acercam e se declaram conhecidos”.

[xiii] Cf. Adorno,T.W.: “Prismas”, tradução Manuel Sacristán, Barcelona, Arial, 1962, pág. 268,269.

[xiv] Ver: Adler, Alfred : “Der Nervose Charakter”, obra de 1922, citada por Ernst Bloch em “Le Principe Espérance –Vol I ” (Paris, Gallimard, 1976) e por este considerada uma teoria válida. Ver Nota Complementar 05.




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